Historia de la computación en la nube
La computación en la nube o el cloud computing se remonta al año 1997, dado que fue en ese momento cuando surgió en un seminario impartido por Ramnath Chellappa. Pero, ¿cómo empezó todo? ¿Cómo fueron sus primeros pasos? ¡Lo vemos a continuación!
Origen de la computación en la nube
Internet y las nuevas tecnologías han evolucionado a pasos de gigante. Este concepto, también vinculado a John Mccarthy, creador del lenguaje de programación LISP y pionero en IA.
John estuvo trabajando en el concepto de uso compartido del tiempo, con el objetivo de que dos o más usuarios pudieran usar un ordenador al mismo tiempo. La razón de esto, reducir gastos, dado que el usuario tendría que pagar solo por el uso de la tecnología.
A partir de esa idea y del seminario de Ramnath, surgió el concepto de Cloud Computing o computación en la nube, tal y como lo conocemos hoy. Pero no fueron los únicos que lo mencionaron, sino que también se sumó el científico físico Joseph Carl, pionero en la creación de Internet.
Joseph quería sacarle más partido a las computadoras, por lo que trataba de buscar la forma de conectar a las personas, de que hubiera un intercambio de los datos y de la comunicación global. A partir de ahí, surgió ARPANET, una red global de intercambio de comunicación que hizo que la nube pudiera tener cabida.
Si bien es cierto que, como todo, hay varias versiones sobre este tema. También hay quienes afirman que el creador fue Amazon o incluso Google. Pero también la propia revista Fio publicó un video donde dijo que fue AT&T quien puso sobre la mesa el concepto de nube por primera vez en la historia.
Concretamente, al mostrar la historia de Andy Hertzfeld y Bill Atkinson, ingenieros de Apple Macintosh. Estos ingenieros fundaron la empresa General Magic en el año 1990 y la plataforma de software, Telescriptn. Mientras que en 1994 afirmaron que la nueva IA permitiría enviar emails, hacer compras, controlar el stock y muchas otras funcionalidades. Digamos, que fue por esos maravillosos años cuando este concepto apareció y también ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
Entre los años 2006 a 2008, ya se ofrecía de manera comercial. Tuvo una gran aceptación por parte de empresas de todo tipo, lo que hizo que el procesamiento y almacenamiento de los datos pasase a considerarse un servicio indispensable más, como el agua y la energía. También desde el punto de vista de que el usuario paga por lo que consume, como un servicio más de este tipo.
Esto dio lugar a un nuevo modelo de negocio que las empresas han ido adoptando, ya sea por medio de servicios de un tercero o bien integrado en servidores propios. Por lo que, todo esto nos deja una nueva forma de comunicación y de hacer negocios en todo el mundo, que desde luego ha venido para quedarse.
La computación en la nube como la conocemos hoy
Hace ya un tiempo desde que surgió este concepto por primera vez, pero a lo largo de todo este tiempo no ha parado de evolucionar. Digamos que, la computación en la nube abarca multitud de servicios y también es conocida únicamente como la «nube«. Una red de servidores remotos que están conectados a Internet con el objetivo de almacenar, administrar y procesar los datos, servidores, BD, redes y software.
Se ha vuelto indispensable y está a la orden del día para empresas y también para particulares. Por eso muchas empresas ya ofrecen este servicio de almacenamiento en la nube, para que los clientes puedan tener sus datos a salvo, frente a desastres.
Aunque tengas datos en la nube, ¡es importante hacer copias de los datos!
Lo cierto, es que no basta con tener los datos en la nube. Si bien es cierto que es una práctica habitual, dado que hoy en día las empresas y los usuarios particulares utilizan determinados software que almacenan los datos en la nube. Por ejemplo, Google Docs u otras herramientas como Canva. Son apps populares y que nos permiten manejarlo todo directamente en la nube, sin necesidad de descargarnos nada a local. Pero, ¿es lo mejor?
Lo ideal, por seguridad, es hacer copias de los datos. Es decir, aunque utilices programas que almacenen toda la información en la nube, es recomendable hacer un respaldo de dichos datos. Es de esta manera como se puede trabajar con más seguridad, sabiendo que todo está a buen recaudo.
Recuerda que con nuestras soluciones de copias de seguridad todo es más sencillo, porque no tendrás que preocuparte por nada. No perderás tus datos aunque una web sea hackeada, sufra un DDOS o un ransomware, siempre tendrás una copia extra a tu disposición.
¿Sabías que el origen de la computación en la nube comenzó así? ¿Te ha quedado alguna duda? ¡Pregúntanos!